LANDfreund prueba la grada de precisión con dientes de muelle
El control mecánico de las malas hierbas es de gran importancia en la agricultura ecológica.
Debido a la interrupción de muchos agentes químicos, las explotaciones convencionales también se ven obligadas a replantearse y buscan nuevas estrategias. El objetivo del control mecánico de las malas hierbas es arrancar las plantas, incluidas sus raíces, del suelo y dejarlas en tierra para que el sol las seque.
La grada de dientes de precisión TREFFLER, con las rejas de pata de ganso de 200 mm, permite un control óptimo de las malas hierbas gracias a su corte en toda la superficie. Las cuatro ruedas de apoyo permiten un control preciso de la profundidad, desbrozando y controlando eficazmente todas las malas hierbas. Gracias a su construcción ligera y estable, la potencia de tracción necesaria para la máquina con una anchura de trabajo de 6,5 m es de solo 110 CV. Esto significa que el control de las malas hierbas es especialmente suave para el suelo. Las opciones de combinación flexibles, como la grada de entrada, la grada de seguimiento o el rodillo desmenuzador, permiten al agricultor adaptar la máquina a sus ideas.